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El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, autorizó en 2015 la firma del Convenio europeo sobre protección de animales de compañía del Consejo de Europa.
Actualización marzo 2017: Por fin es una realidad, ¡el Congreso ha aprobado el Convenio Europeo en su totalidad!
Quedan descartadas las enmiendas que hubieran permitido seguir cortando la cola a los perros.
Ojito, que este convenio no es nuevo, precisamente: se firmó en Estrasburgo ¡en 1987!
Así que España se ha tomado su tiempo en sumarse, desde luego. Es algo por lo que muchas asociaciones animalistas llevan tiempo batallando, tanto aquí como en Europa.
El convenio –que podéis consultar íntegro en inglés aquí– es el marco jurídico para los 47 países miembros del Consejo de Europa, incluyendo los 28 de la Unión Europea: establece los principios básicos para asegurar la protección de los animales de compañía y las obligaciones, tanto de las administraciones como de los particulares.
De acuerdo con el Convenio, toda persona que tenga un animal es responsable de su salud y bienestar, por lo que estipula que la cría, custodia y comercio de animales la deben realizar personas con los conocimientos adecuados.
De acuerdo con los términos del Convenio, se limita el uso de animales de compañía en publicidad y espectáculos, de forma que no se ponga en peligro su salud y bienestar.
Por otra parte se prohíben las intervenciones quirúrgicas cuyo objetivo sea modificar la apariencia de los animales o conseguir otros objetivos no curativos.
Es decir, desde el momento de la firma de este convenio -falta sólo la última fase de su tramitación, que sea remitido a las Cortes- en toda España estará prohibido, por fin, mutilar las orejas o la cola de los perros por estética. También seccionar las cuerdas vocales, y extirpar las garras a los gatos.
En estos momentos las mutilaciones estéticas ya están prohibidas en algunas comunidades (Aragón, Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia y Navarra) pero en las demás sigue siendo legal.
También se establece que deben tomarse medidas para gestionar los animales vagabundos, y que se debe fomentar el desarrollo de campañas de información y educación.
El tratado anima a des en este sentido sobre los riesgos de la compra irresponsable de animales de compañía que conducen al aumento de los abandonos.
Una vez que se supere la última fase de su tramitación, España será el Estado miembro de la Unión Europea número 18 adherido a dicho Convenio.
Esta adhesión proporciona un marco legislativo básico en materia de protección de animales de compañía que permitirá impulsar el desarrollo y la coordinación de actuaciones en esta materia.
Esto último es crucial puesto que por fin en España habrá un marco legal único con respecto a la protección animal, algo sumamente necesario dada la disparidad de legislaciones que afectan a los animales en España.