Os hablamos hoy de Golfo, que lejos de hacer honor a su nombre, es más bueno que el pan. Lo saben bien nuestras voluntarias Almudena y Susana, quienes trabajan con él en la protectora cada semana, mientras encuentra un nuevo hogar. Le encantan los juegos de olfato, es cariñoso y despierto, siempre dispuesto y atento con todo lo que se le propone, le encantan las personas y es sociable con perros. Cuando sea adoptado, su nueva familia contará con nuestro asesoramiento para que tenga una buena acogida en casa. ¡Está deseando conocerte!
En las imágenes, Golfo, Susana y Almudena.